En un estudio de Dennis M. Bramble & Daniel E. Lieberman, se considera la importancia de la carrera de fondo en la evolución del hombre. Allí se manifiestan una serie de factores, entre ellos anatómicos que
justifican sus aseveraciones. Estos factores nos diferencian de nuestros antepasados y entre ellos se encuentran:
La inserción del tendón de aquiles en una posición mas baja, una fascia plantar mas larga, por la cual en la etapa de despegue devuelve un 17 % en forma de energía elástica, el aumento de masa osea en los extremos óseos que forman la articulación de la rodilla y una mayor distancia entre la pelvis y la caja torácica.
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